El Arsenal
no ha pasado del empate en su visita al Brittania Stadium . El equipo de
Arsene Wenger ha vuelto a demostrar su falta de pegada, como ocurriera la semana
pasada frente al Sunderland. El entrenador francés introdujo varios cambios en
el once inicial, el más destacado la salida de Theo Walcott por el francés
Olivier Giroud, aunque también varió, obligado, el portero.
Lo que si mantuvo es
el centro del campo con Diaby, Cazorla y Arteta, algo que le asegura un dominio
claro del partido.
El partido no tuvo
apenas ocasiones en la primera parte, siendo un partido aburrido, monótono, con
ambos equipos sin ideas. Principal culpable el Arsenal, ya que de sobra es
conocido el futbol del Stoke, quizás el equipo más estilo Premier de la Liga.
En el minuto 6, el Stoke
se adelantó en el marcador tras una jugada típica, con una dejada del espigado
Peter Crouch que finalizó con el gol en fuera de juego de Walters.
De esta primera
mitad poco se puede sacar, ya que el juego del Arsenal se ha vuelto demasiado
previsible. Wenger tiene una acumulación de jugadores por el medio, intentando
imitar el estilo Barsa, pero sin conseguirlo. Les falta movilidad en ataque,
nadie se desmarca, sólo Cazorla parece querer el balón. Y de Podolski y Gervinho,
sin noticias. El costamarfileño parece que no encuentra su sitio en la Premier,
muy precipitado, con errores absurdos. Y del alemán menos noticias todavía, su
paso por el Britannia Stadium se produjo sin pena ni gloria, ya que no
intervino en el juego.
El Stoke es un
equipo correoso, muy difícil en su cancha y que propone un juego muy primitivo,
basado en los balones largos a la cabeza de Crouch ya sea para un remate
directo o para una prolongación que provoque una segunda jugada. Pero esto no puede servirle de excusa a los gunners,
que tan sólo a partir del minuto 71, con la entrada de Oxlade Chamberlain y
Theo Walcott por los desaparecidos Lukas Podolski y Gervinho ofrecieron sensación
de querer llevarse el partido.
Finalmente el
partido finalizó con un empate a dos, que debe hacer cambiar los planteamientos
de Arsene Wenger, ya que no ha sido capaz de marcar en ninguno de los dos
partidos.
Del partido, hay que
destacar la labor sucia de Peter Crouch, que siempre se deja el alma en cada
balón, y por parte del Arsenal a Diaby, que sostuvo bien la defensa con el
mediocentro.
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