CHELSEA 1-4 ATLETICO DE MADRID
Si alguien nos dice antes del partido que el Atleti iba a
golear al Chelsea, seguramente lo hubiéramos tomado por loco. Pero señores,
nosotros somos el Atleti. Capaces de todo. Y tenemos el que a día de hoy ya
puede considerarse mejor 9 del mundo. Tenemos a un tigre insaciable. Y es que
señores, con Radamel todo es posible.
Pero empecemos a
contar el partido y destaquemos a alguien más. Simeone. Nada malo se puede decir de este
entrenador que ha lavado la cara a este equipo y le ha hecho creerse campeones. Cholo planteó un partido tácticamente
perfecto, y le ganó completamente la partida a su homólogo en el Chelsea. Salió
con el mismo equipo que en Bucarest, salvo la entrada de Koke por Diego. Cierto
es que el canterano está a años luz del brasileño, pero ayer se comía el campo
en cada balón, cosa que gusta mucho en la ribera del Manzanares. Y del equipo
nada malo se puede decir. Atrás, simplemente perfectos. Miranda y Godín no
parecían ellos mismos, Juanfran y Filipe desquiciaron a Hazard y Mata y Mario Suarez
en su labor de juego “sucio”, simplemente espectacular.
El Chelsea salió posesivo, queriendo acaparar la pelota,
cosa muy rara en los bleus, pero no tenían profundidad ante la bien armada
defensa atlética. En cambio los rojiblancos, robaban en su campo y lanzaban
contraataques rápidos que si daban síntoma de peligro.
En el minuto 7, el héroe de la noche dio su primer zarpazo.
Pase al hueco de Adrián, y el colombiano pica el balón ante Cech. 0-1 y ya
estaba hecho lo más difícil. El gol, lejos de contentar y calmar las
pretensiones colchoneras, engrandeció al equipo. Siguió jugando de la misma
manera, entregando el balón a un Chelsea que se sentía incómodo con él y
destrozándole a la contra, con velocidad, como
históricamente mejor ha jugado el Atlético de Madrid. Y en otra contra,
llegó el segundo. Recorte de Falcao a Ashley Cole y balón a la escuadra. Un
calco del primero de Bucarest, para los que pensaban que fue suerte, una
demostración de calidad, para los que piensan que es diestro, una demostración
de pegada con la izquierda.
El Chelsea se quedo grogui con el gol, y al filo del
descanso, otra contra mortal. Balón recuperado en la frontal de su área, y el
Atleti salió en tromba, a sentenciar, a matar. Arda condujo el balón todo el
campo y levantó la cabeza, vio que un Tigre corría por su izquierda y le
entregó el balón, y éste, marcó su tercero. Hat trick del colombiano en 45
minutos. Primera parte memorable.
Di Matteo demostró lo que es, un entrenador reservón, y con
0-3 al descanso sólo introdujo un cambio, Oscar por Ramires. No asumió en
ningún momento su error de planteamiento, y el Chelsea siguió igual, ni una
llegada al área de Courtois, que bien podía haberse llevado una silla para no
aburrirse.
Miranda se quiso sumar a la fiesta y marcó el cuarto tras el
saque de una falta.
El Chelsea daba el partido
por perdido, y sólo pudo recortar distancias tras el saque de un córner.
Cahill aprovechó el único despiste de la zaga colchonera para fusilar a Thibaut
Courtois.
Pero simplemente fue un micropunto negro en un partido de
10. Los de Simeone se crecen en las finales.
Ahora, este partido debe marcar la línea a seguir en la
Liga. Hemos demostrado que somos mejor que muchos equipos de Europa, y este
juego que exhibimos en las finales, hay que mantenerlo en Liga.
Esta noche el equipo celebrará con la afición el título en
la fuente de Neptuno, un Neptuno que ya cuenta las horas para que Gabi le
corone con la mítica bufanda rojiblanca.
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