La perla negra

Ben Barek había nacido, hacia 1917, en un barrio pobre de Casablanca; jugaba al fútbol en la calle, descalzo, con otros chiquillos. Luego, en equipos de la zona: el Ideal Club, el Marocaine. En 1939 dio el salto a Francia, al Olympique de Marsella. 

Pero no seria hasta en un amisto del Stade Frances en el Metropolitanoa para convencer a los dirigentes atléticos de fichar a Ben Barek. Dicho y hecho, el marroquí llego un acuerdo con el club y no eran pocos los que dudaban de sus capacidad física, ya que cumplía 31 años al fichar.

Sin embargo, Ben Barek pronto encandilo a la afición colchonera con su juego mágico, que se basaba en la calidad de tocar el balón con ambas piernas.El marroquí tenia una larga zancada que le permitía disponer de unas décimas de segundo para pensar en la jugada a realizar.

Tal fue la repercusión de su fichaje, que el Atlético de Herrera gano 2 Ligas con el y dio lugar a varias leyendas sobre su figura y las de sus compañeros: fue el estandarte de las delanteras de seda y de cristal, con compañeros de la calidad de Juncosa, Escudero o Perez Paya.

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