El Valencia CF abre su casillero de victorias en un partido muy sufrido contra el Celta de Vigo por 2-1.
Habrá tiempo para ganar de otra manera pero en estos momentos se necesitaba una victoria para coger aire.
Los jugadores demostraron contra el Celta que el equipo todavía está asimilando las lecciones de Pellegrino. Necesitaban sacar una buena nota en la Liga en forma de victoria y superaron el examen con un aprobado por el resultado pero un suspenso en el juego. Algo que se había dado a la inversa en los tres anteriores partidos de la competición doméstica.
Nada hacía presagiar la dificultad del partido cuando a los tres minutos Feghouli adelantaba al Valencia CF. El francés calcó de sus últimos goles contra el Deportivo y Tottenham el derechazo cruzado con el que el equipo se ponía por delante. La asistencia de la patente la regaló la principal novedad en el once, Jonathan Viera, que se ganó a Mestalla sobresaliendo en un gris equipo.
Sin consistencia ni inspiración en la medular valencianista, los de Paco Herrera empezaban a llegar y al cuarto de hora Cabral puso las tablas tras aprovecharse de sendos errores de Alves en la salida y Cissokho en la marca. Krolh-Dehli remachó un balón que ya se había colado dentro de la portería.
El Celta seguía llamando a la portería de Diego Alves durante toda la primera mitad, mientras al Valencia CF le quemaba el balón en los pies. Tino Costa y Víctor Ruiz gozaron de las mejores ocasiones en la primera mitad, que llegaron más por empuje que fútbol.La segunda mitad empezó como la primera: con un gol tempranero del Valencia CF. Una falta lanzada por Tino Costa fue cabeceada por Cissokho a los cinco minutos para disfrutar de su regalo en forma de gol en el día de su cumpleaños.
La réplica la dio Aspas, que pudo empatar en un buen remate cuatro minutos después y en otro pasado el cuarto de hora de juego. El partido perdió la calidad puesta por el Celta antes del descanso, pero estuvo más nivelado y con más ocasiones, aunque no muy claras, ante ambas porterías. Valdez salió para presionar la salida de balón y Viera se llevó la ovación de Mestalla para darle entrada a Joao Pereira y experimentar con Barragán como interior.
Paco Herrera quemó todas sus naves y dio entrada a Bermejo, De Lucas y Park para tratar de empatar, mientras que el Valencia, más consistente que al principio, luchaba por mantener la ventaja. Fue cuando más se estresó un Mestalla que acabó sufriendo para llevarse la recompensa de los tres primeros puntos de la temporada.
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